El descubrimiento de fenómenos que
relacionan la luz solar y la electricidad datan del principio del siglo
XIX. Alexandre Edmond Becquerel fue en 1839 fue el primero en definir el
efecto fotovoltaico
en el cual se genera una fuerza electromotriz en el material debida a
la luz incidente. Tras este descubrimiento se ha desarrollado mucho esta
tecnología sobre todo en los últimos años debido al sistema energético
insostenible que tenemos.
Desde que surgió la tecnología para
transformar la energía solar en energía eléctrica, se ha estado
investigando mucho en este campo para abaratar costes y que esta
tecnología llegase a todos los consumidores, pero pasan los años y la
tecnología de las celdas solares
sigue sin abaratarse. Si esta tendencia continua llegará un momento en
el que deje de ser rentable y pase a la historia sustituyéndose por
otras formas de recuperar energía.
Un ejemplo claro de estas nuevas tecnologías es la pintura solar
elaborada con nano-partículas que aprovechan la energía del sol. Esto
tendría aplicaciones infinitas en la vida cotidiana, como por ejemplo la
pintura del coche, las casas, la ropa o de los teléfonos móviles que
podrían recargarse con sólo exponerse a la luz solar. Sin duda es una
alternativa a tener muy en cuenta.
Todo esto parece ciencia ficción, pero
varios grupos de investigación de todo el mundo trabajan para que se una
realidad. De momento, investigadores de la universidad de Notre Dame,
en el centro de nano ciencia y tecnología (NDnano) han desarrolla en
fase de pruebas un material en forma de pintura que tiene dichas
características. Lo han denominado “Sun-believable”. “Al incorporar
nanopartículas o “quantum dots” que producen energía en un
compuesto que puede esparcirse, hemos hecho una pintura de una sola capa
solar que se puede aplicar a cualquier superficie conductora sin equipo
especial.” Citan los investigadores de centro de nanociencia de París.
Esta pintura es un nuevo material que utiliza nanopartículas de dióxido de titanio cubiertas con sulfuro de cadmio.
El sulfuro de cadmio y el dióxido de titanio son sustancias muy tóxicas
y de difícil manipulación pero que tratadas de forma adecuada pueden
manipularse sin riesgo para la salud y contienen muchas propiedades
ópticas y eléctricas fundamentales para la conversión de energía solar.
La toxicidad sería por lo tanto otro escollo a batir para la aplicación
de esta tecnología. Estas partículas son suspendidas en una mezcla de
agua y alcohol para crear una pasta, como la que se ve en la imagen
superior. En esta solución la corriente fluye como resultado de su
exposición a una fuente de energía radiante como en el caso de las
células fotovoltaicas que se usan hoy en día. Si dicha pasta se aplica a
un material conductor transparente y se expone a la luz solar es
posible producir energía eléctrica y almacenarla para posteriormente ser
utilizada por el consumidor o ser directamente utilizada.
Aunque esto es un gran avance la
investigación aún está en sus inicios, pues la eficiencia de conversión
de luz solar a electricidad es apenas del 1%, mientras que en las celdas
solares comerciales esta eficiencia es de 10 a 15%. Este rendimiento es
realmente pequeño pero no está del todo mal para estar en una fase
experimental y ser una primera generación. Se espera que con el
desarrollo de esta tecnología y que con el avance de la investigación en
nanotecnologías pueda obtenerse un rendimiento bastante aceptable
tratándose de lo que es, una pintura. Ted Sargent, profesor de
ingeniería informática en la Universidad de Toronto, en Canadá anunció
en 2005 un nuevo material plástico basado en nanotecnología de puntos cuánticos
que con el adecuado desarrollo podría conseguir aprovechar hasta un 30%
de la energía del sol. Esperemos que sus predicciones sean correctas.
Sin embargo, la ventaja de esta
nueva pintura es que es sumamente económica y muy fácil de aplicar por
lo que los investigadores esperan mejorar su estabilidad y eficiencia ya
que sus aplicaciones potenciales son muchas y podría en un futuro
implementarse masivamente en edificios y grandes construcciones.
¿Se imagina poder imprimir hojas con
células solares mediante baratas impresoras y ubicarlas en cualquier
lugar de su hogar para montar su propia estación eléctrica? En un
futuro, puede que todo esto sea posible gracias al desarrollo de la
nanotecnología y los nanomateriales.
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